El regulador de presión es el elemento que nos mantiene constante la presión de aire, a un valor determinado por el usuario, que debe ser menor que la presión de entrada de aire.
Al igual que todos los componentes del sistema neumático, su uso correcto e instalación adecuada, garantizan que su funcionamiento sea el más adecuado y que la vida útil del mismo sea la más larga posible. Para todo esto hacemos las siguientes recomendaciones:
- Previo a la instalación, los gránulos en la tubería, el polvo, los residuos de aceite y virutas de tubería deben limpiarse y retirarse, para prevenir la mezcla de fragmentos con el material sellante.
- Cuando se presente condensado, y este se retenga en la válvula, fácilmente se reducirá la acción reguladora. Por lo tanto, debe instalarse la válvula con la manilla de ajuste hacia el lado inferior.
- No debe instalarse la válvula invirtiendo el sentido de flujo (El regulador presenta una flecha indicando el sentido correcto en el frente y el reverso), de otra forma, se presentarán fugas continuas y perderá la función de ajuste de presión.
- La presión de ajuste a la salida del regulador debe ser menor al 85% de la presión en el lado de entrada, para regular cuando haya caídas de presión y evitar fallar en cumplir con los requerimientos.
- Si se presenta condensado, contaminación con aceite y polvo en la entrada de aire, el atasco en el orificio de descarga y se restringe el paso del aire, fallará el paso de aire a través de la válvula. Por esto, se debe instalar un filtro de aire previo al regulador de presión.
- Debe utilizarse en el rango de temperatura indicado y evitarse la exposición directa al sol.
- Se debe dejar espacio adecuado alrededor del elemento para el ajuste de presión y mantenimiento.
- Después de ajustada la presión, debe bloquearse el botón de ajuste, presionándolo hacia el centro del cuerpo.
Al seguir las recomendaciones de instalación, protegemos el elemento neumático, y contribuimos a alargar la vida útil del mismo.